El 20 de marzo de 2010 se llevará a cabo la Cumbre Nacional sobre el cambio climático y los derechos de la Madre Tierra en el Centro Cultural Julio Febres Cordero de la ciudad de Mérida. Este evento, de importancia nacional y que tendrá trascendencia internacional, permitirá preparar el Manifiesto de Venezuela ante el mundo, documento que será presentado como propuesta de las políticas ambientales para el mundo en la “Conferencia mundial de los pueblos acerca de los cambios climáticos y los derechos de la Madre Tierra” que se celebrará en Cochabamba, Bolivia del 19 al 22 de abril de 2010.
La Cumbre Nacional sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra Mérida-Venezuela 2010, está avalada por el IPIAT (Instituto para la Producción e Investigación de la Agricultura Tropical) y el CEPSAL (Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina), también participan otras prestigiosas organizaciones como colaboradores y propulsores de los derechos emergentes de la Madre Tierra.
Monto de inversión: Estudiantes Bs. 190, grupos de más de 10 personas Bs. 250 y general Bs. 300 por persona. El monto incluye: asistencia a la Cumbre, una bolsa ecológica (de tela), un folleto-agenda con ideas verdes, material de apoyo para las mesas de trabajo (libreta y lápiz) además del certificado avalado por el IPIAT (Instituto para la Producción e Investigación de la Agricultura Tropical), el CEPSAL (Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina), el CFI (Centro de Formación Ideológica).
Para conocer más detalles sobre el evento puede visitar el siguiente sitio web: Cumbre Nacional sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra Mérida-Venezuela 2010
Están todos invitados
Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, inciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.
ResponderEliminarLa producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores durante diez años y cuya superficie aumento en diez veces durante la presidencia de Morales hasta alcanzar hoy 50 000 hectáreas , se deben agregar la inmisericorde y descontrolada vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente. Morales incluyó a la hoja de coca, sin la cual es obviamente imposible producir cocaína, en la constitución y el canciller Choquehuanca propuso que los niños de Bolivia debieran tomarla en el desayuno en vez de la leche.
Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.
El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.
Ufano de su relativo apoyo electoral, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse como el gran medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita, una indecencia grotesca