TALLER: ¿Cómo abordamos la prevención?
CLIAD: Se requiere de una educación preventiva que propicie escuelas saludables
En una reunión de trabajo realizada en la Urb. Piedra Azul (Baruta), con la presencia del Coordinador General de las Cátedra Libre Antidroga (CLIAD) del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) y de la Prof. María Walls, responsable de la misma, en el Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez, se prefijaron los lineamientos generales en torno a la situación de las Escuelas y Liceos ante el problema del micro tráfico y consumo de drogas.
A tal efecto, el Prof. Hernán Matute Brouzés reflexionó y definió algunos parámetros sobre la “vulnerabilidad de las Escuelas y Liceos”, con un papel del trabajo elaborado por los Licdos. Jorge R. Maldonado y Gabriela A. Arévalo y precisó: “que a la escuela la hemos dejado sola –desasistida- y con exigencias descontextualizadas y desmedidas”. La educación no se circunscribe a las paredes de un edificio ni a la geografía de un organismo. Ella transita por todos los espacios sociales que, a su vez, la atraviesan sin cesar y sin clemencia, para lo bueno y para lo malo.
Por ello, la prevención de drogas debe considerarse en lo social y en lo educativo y de esta manera estamos obligados antes de empezar a hablar de programas preventivos a elaborar –diseñar- y tener materializado un diagnóstico situacional sobre la ingesta y abuso de drogas en el ámbito de la escuela y / o del liceo.
El diagnóstico es el punto de partida. Este conocimiento inicial determina las acciones a realizar ayudándonos a planificar con más tino el programa preventivo. Por una parte, debemos estructurar una “Educación Preventiva”, la cual contiene un proceso dinámico en el que Educadores y Educandos son a la vez, simultáneamente, emisores y receptores de mensajes, pero en la cual, también se deje claro, que los estudiantes deben ser los actores principales o los protagonistas de su propia prevención, Por su parte, la Prof. María Walls, señaló: “La finalidad de la educación preventiva es estimular actitudes sanas y pautas de comportamiento que reduzcan su incidencia y prevalencia. La información sola, aislada no es efectiva, cuando hablamos de prevención integral. La información puede ser contraproducente, si no está fundamentada en una comunicación clara, objetiva y orientada por la investigación contextualizada a una audiencia específica”.
El paradigma pedagógico moderno plantea el aprendizaje como algo significativo, para el educando, es decir, útil para su vida cotidianidad. La escuela entonces debe complementarse con otras instituciones formadoras. La escuela debe brindar “capital social”, es decir, “un conjunto de normas de cooperación y solidaridad cultural sostenido y compartido por una comunidad” y dotar a sus miembros de “capital cultural”, es decir, “el conjunto de destrezas eficaces que le permitan a una persona conseguir sus objetivos en la comunidad en que vive”, en este marco la escuela no está diseñada solo para transmitir conocimiento y cultura, sino valores y habilidades para la vida.
Matute Brouzés, finalizó señalándole a los 14 docentes que recibieron el Taller: ¿Cómo abordamos a la prevención?, que la transversalidad es una herramienta de primer orden. Es decir, podemos hablar del uso indebido de las drogas como un tema transversal. La temática de las drogas y su prevención es necesario abordarla desde la transdisciplinariedad y del enfoque complejo, con la participación activa de todos los entes o actores institucionales.
En síntesis, la prevención es una problemática de toda la sociedad, por eso es necesaria la coordinación o prevención en Red con otros organismos estatales o privados que la amplíen y la favorezcan (le den valor agregado para optimizar resultados), en sus distintos niveles y, concluyeron los participantes con dos premisas: 1.-Todo recurso de intervención en la problemática de las drogas en el ámbito escolar debe estar articulado en un programa de Educación Preventiva de manera firme y sostenido en el tiempo que garanticen “Escuelas Saludables” y 2.-A los escolares, docentes y a la escuela en general, no se le puede dejar solos y sin hacer nada, por mucho tiempo: ¡Es un peligro! Educandos, Educadores y Escuela o Liceo que se inmovilizan, se petrifican… y se hacen ineficaces, ineficientes, desmotivadores y saboteadores de la propia formación-educación y así, así, no se hace prevención.
Prensa CLIAD
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