Luego de realizado el Consejo Directivo ampliado el día miércoles 4 de noviembre, el bachiller Franklin Piccone Sanabria, Representante estudiantil ante el Consejo Directivo hizo pública la posición de la representación estudiantil ante el conflicto universitario y la paralización de las actividades académicas.
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Franklin Piccone Sanabria, Representante estudiantil ante el Consejo Directivo |
“…Mi intervención fuese quizás más fácil si el día de ayer la bancada oficialista de la Asamblea Nacional no aprobará el Proyecto de Rechazo a la Paralización de las Actividades Académicas en las universidades autónomas del país. En dicho acuerdo, después de varios considerandos, redactados en el mismo tono del catecismo ideológico con el que nos tienen acostumbrados, acuerdan: 1. Nombrar una Comisión de Juristas para demandar los Rectores las universidades por perjuicio al Estado. 2. Sugerir la intervención del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo ante el paro por considerarlo ilegal. 3 La realización de una auditoría a las universidades y la cancelación de sueldos y salarios a personas que no han trabajado. Frente este adefesio que niega cualquier forma de entendimiento, no podemos si no estar en completo desacuerdo. Exhortamos que quede en acta ante este Consejo Ampliado nuestro más enérgico rechazo ante esta manera autoritaria, irrespetuosa e imponente de dirimir los problemas en democracia.
Y claro que los estudiantes queremos clase, pero no a riesgo de una intervención que lejos de resolver el conflicto, lo multiplique en una diatriba maniquea, dicotómica, que no resuelve nada. Ya sabemos que el gobierno busca votos polarizando, pero estoy seguro que muchos docentes y estudiantes afectos al oficialismo no estarán en concordancia con una intervención, demostrado ya con hechos su inescrutable nivel de ineficiencia y populismo en acciones como estas.
Hoy hubiésemos deseado plantear un acuerdo con los docentes del Siso. Sugerirles que el paro como medida de presión los pone en entredicho. Cualquier aumento conseguido ante esta desaforada inflación es pírrico. Pregunto entonces: ¿No es condenarnos a una paralización cíclica o eterna? Desde luego que la educación no debe ser considerada un gasto, sino una inversión social estratégica de primer orden y que el profesor universitario merece una calidad de vida digna de acuerdo a su profesión de constructor de futuro. Ante esta realidad nuestra exhortación radica en la búsqueda de mecanismos y medios que permitan que todas las partes ganen.
Señores Aproupel, el paro como medida de presión no cuenta con el consenso general de todos los profesores. Comparten sí, la lucha, la exigencia de un salario justo, pero no están del todo de acuerdo con la suspensión de clases. Muchos quieren trabajar y otros trabajan y cumplen horarios. Esta de medida de paro, sin eufemismos, también es una imposición, también es una actitud intransigente que rompe el diálogo y el entendimiento.
Apenas a tres semanas de paralización de actividades, vemos una universidad desmovilizada, desconvocada y poca participativa. El llamado a Asamblea Permanente hecho por Aproupel es un cuento chino que nadie cree. Insisto, la medida del paro ni soluciona el conflicto universitario ni goza del respaldo de los docentes. Hemos visto en la universidad, las defensas de trabajos de ascenso, la realización de clases de postgrado, entre otras actividades académicas. Pregunto: ¿Esta medida de presión es sólo contra los estudiantes? ¿Es justo señores de Aproupel ver deambular por los pasillos a los estudiantes sin ninguna información o comunicado por parte de los departamentos o por la propia Aproupel? ¿Y qué va a pasar con aquellos profesores que están dando clases y exigiendo asistencia? ¿Volveremos como en el 2013 a abandonar a su suerte a los estudiantes que acataron el paro y fueron aplazados por los profesores que sí asistieron? ¿Y qué hay de los profesores que en medio de esta paralización ni cumplen horario ni se apersonan a la universidad? Exigimos respuesta.
Señores Aproupel. Creemos en las justas demandas, en las reivindicaciones históricas (cualquier persona de izquierda reconoce el costo de las 8 horas de trabajo), sólo advertimos que una posición intransigente no busca diálogo, por el contrario, termina en una espiral de confrontación donde nadie gana y quien más pierde son los estudiantes y con ellos el país. Nuestra propuesta es la búsqueda de mecanismos que garanticen el semestre, acordados entre estudiantes y profesores en medio del conflicto. Esto no es novedad, muchas universidades, incluida la UCV (primera casa de estudios), vienen tomando estas medidas para no perjudicar aún más a los estudiantes.
En resumen, alentamos que una propuesta ante el Ejecutivo Nacional puede ser la renovación paulatina de clases durante los próximos días con la garantía del semestre, si el gobierno deroga el acuerdo de ayer por ser intolerante, antiautonómico, injerencista y autoritario, reimpulsando además las mesas técnicas de negociación.
No vemos conveniente incitar aún más la falta de entendimiento con posiciones cerradas y obtusas, que no buscan soluciones al conflicto. Creemos que esta propuesta puede ser una señal clara para debatir y encontrar un arreglo a la situación. Sabemos que Aproupel acuerda políticas con la Fapuv, pero hoy puede ante este Consejo Directivo Ampliado dar una manifestación al país que en esta casa prevalece el diálogo, la concertación y el respeto al derecho del otro, como vías democráticas para buscar soluciones en sociedad, tomando como suya la propuesta que hoy le hace el movimiento estudiantil.
Hay una distancia enorme entre un cierre técnico y clausurar nosotros mismos la universidad. Parece a esto a lo que jugamos.
Gracias”.
Franklin Piccone Sanabria, Representante estudiantil ante el Consejo Directivo