Mensaje de la Dra. Nancy Barreto de Ramírez con motivo del otorgamiento del Premio a la labor investigativa UPEL 2010. La Dra. Barreto recibió el premio el día 11 de noviembre de 2011, durante la celebración del Congreso de Investigación, VI Encuentro de Postgrado y II Encuentro de Unidades de Investigación.
Saludo cordial.
Como
Universidad Pedagógica tenemos la responsabilidad y el desafío de
reflexionar y proponer los cambios oportunos, profundos y viables a
propósito de que las políticas a futuro,
concilien una visión de excelencia del ciudadano con la de un
docente de alta calificación académica y con un nuevo sentir
social, cultural y educacional de la Venezuela actual y futura. En
este sentido, cualquier estrategia que se forje
en materia de investigación para la generación, uso, promoción y
difusión del conocimiento, deberá estar signada por el
apuntalamiento a las transformaciones que ésta requiere y la
sociedad demanda. Los avances en materia científica, tecnológica,
social, educacional, artística o humanística, han sido posibles
por la existencia de docentes investigadores en estos campos del
conocimiento y la conformación de equipos de trabajo con ideas
renovadas que han presionado las realidades y los sistemas para
optar por diferentes desafíos y formar ciudadanos para sociedades
todavía imaginarias.
De
allí que será imperativa la superación de la manera como estamos
acostumbrados a hacer las cosas,
para concentrar los esfuerzos en áreas más vinculadas a los cambios
educativos que promuevan el desarrollo de la persona. Será entonces
necesario propiciar investigaciones acerca de: la vida cotidiana de
los ciudadanos, la interacción con tecnologías, innovaciones,
símbolos, lenguajes y abstracciones orientadas a la pesquisa de
soluciones únicas para problemas únicos, nuevas visiones del
desarrollo, de la productividad y del bienestar social a partir del
conocimiento y la retribución de éste a la sociedad; la
sustitución de lo tradicional, lo establecido, por formas diferentes
y posibles de vivir, de trabajar, de relacionarse, de generar ideas e
innovar; la relación de lo local con lo global, lo tecnológico con
lo social y la información con lo usual.
La
investigación, como una de las funciones primigenias de la
universidad, está llamada a continuar aportando insumos e
interactuar con la docencia, la extensión, la gestión
universitaria, para convertir la escuela y su entorno en los
laboratorios ideales de comprobación de las teorías, de
confrontación de prácticas y transformar el quehacer educativo en
un terreno abonado para el descubrimiento. La
investigación educativa en sentido amplio se constituye desde las
aportaciones de muy diversas disciplinas, tradiciones y programas; en
cada caso encontramos una diversidad de miradas, de concepciones
epistemológicas, de objetos de estudio y eventualmente de propuestas
para la intervención o transformación de los procesos y agentes
educativos. No obstante, es
la práctica docente en todas sus formas, el insumo insoslayable
para lograr una productividad investigativa cónsona con la
tendencia actual de profundizar en áreas de investigación intra e
interdisciplinares, que permitan dar cuenta de la complejidad de los
fenómenos educativos.
En
el panorama nacional de hoy, el apoyo estatal que se ofrece a la
labor investigativa y a las funciones universitarias en general,
está afectando actividades como la
infraestructura investigativa, la dotación, la adquisición de
publicaciones, la promoción y difusión de resultados, el
intercambio con los pares y la puesta a disposición de tales
productos ante el mundo. Dada esta circunstancia, las universidades
están llamadas a procurar la gestión de recursos, intercambios y
alternativas que permitan seguir reconociendo y promocionando la
labor de los investigadores para consagrar así esta trascendente
función.
El
Premio a la Labor Investigativa
para los docentes activos y jubilados de los Institutos que
integran nuestra Universidad Pedagógica Libertador, continúa siendo
una ventana para los investigadores y una oportunidad para reflejar
el trabajo acucioso, sistemático, asertivo, de quienes, con o sin
recursos disponibles, con o sin apoyo, hemos remontado obstáculos
para ofrecer nuestras producciones intelectuales a la comunidad
académica y al entorno social, contribuyendo así a la solución de
problemas propios, locales, regionales, nacionales y también como
referencia en el tratamiento de similares situaciones en otros
contextos. Afortunadamente, hoy día contamos con innumerables y
sofisticadas tecnologías que posibilitan el acceso y comunicación
de diversos productos de la vida intelectual de una manera
impensable para quienes fuimos formados y conservamos la costumbre
de estudiar en el texto escrito, este hecho contribuye, sin duda, a
la potenciación de la comunidad científica a la generación de
espacios de diálogo y confrontación democrática, y a la
construcción de una identidad con el sello característico de los
nuevos tiempos, generando interacciones sociales diversas y nuevas
formas de pensamiento.
Demás
está decir que agradezco a la Universidad, al Vicerrectorado de
Investigación y Postgrado y a la Subdirección de Investigación y
Postgrado del Instituto Pedagógico de Miranda la convocatoria de
este Premio, a mi proponente el Dr. Jose Peña Echezuría, a los
jurados evaluadores por haber considerado nuestra hoja de vida.
Dedico tal distinción a mis excelsos maestros de la Universidad
Central de Venezuela, a mis estudiantes, a mis colegas
docentes-investigadores activos y jubilados y, en especial, a dos
investigadores por convicción y praxis de vida que ya partieron,
con quien compartí en distintos momentos la enriquecedora
experiencia de investigar en educación, ellos son: el Profesor José
Gil Alfonzo y la Lic. Evelina Tineo Deffit.
Investigar
para cambiar con conciencia,
es
la clave de la transformación universitaria.
Nancy Barreto de Ramírez
Nancy: Magistral, una vez mas. Te felicito por este valioso reconocimiento.
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